La endodoncia es una especialidad de la odontología que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de enfermedades y lesiones de la pulpa dental, que es el tejido blando en el interior del diente. La pulpa contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, y puede dañarse debido a caries profundas, traumatismos, fracturas o infecciones.
El procedimiento endodóntico más común es la terapia de conducto radicular, también conocida simplemente como «tratamiento de conducto».
Durante este procedimiento, el odontólogo o endodoncista:
1. Elimina la pulpa dañada o infectada: Accede a la pulpa a través de la corona del diente y la retira.
Limpia y desinfecta los conductos radiculares: Utiliza instrumentos especiales para limpiar y dar forma a los conductos radiculares.
2. Rellena y sella los conductos: Después de limpiar los conductos, los rellena con un material biocompatible y los sella para prevenir futuras infecciones.
3. Restauración: En muchos casos, después del tratamiento de conducto, es necesario colocar una corona o algún tipo de restauración sobre el diente para devolverle su forma, función y apariencia.
El objetivo principal de la endodoncia es salvar el diente afectado y evitar la extracción, manteniendo la salud bucal del paciente.